La Escuela Superior de Ingeniería de Cádiz, la Escuela Politécnica Superior de Sevilla y la Escuela de Ingenierías Industriales de Málaga, han convocado un concurso interuniversitario destinado a estudiantes y recién egresados del Grado en Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo del Producto en Andalucía.
El objetivo del concurso es promover el acercamiento entre las tres Escuelas que imparten la titulación y fomentar la cultura del Diseño Industrial en Andalucía. Este certamen premiará el mejor trabajo presentado en las Universidades Andaluzas, con un primer premio de de 1500 €.
La convocatoria, que se abrió el pasado 14 de enero, tiene como fecha límite el próximo 5 de julio de 2019. Puedes consultar aquí las bases de la convocatoria para ver el procedimiento de participación, los requisitos, la documentación y el material que hay que presentar.
ENTREVISTA A MARÍA ALONSO
Con motivo de esta convocatoria, María Aguilar, asociada y vocal en la junta directiva ha mantenido una charla con María Alonso, profesora del Departamento de Expresión Gráfica en la Universidad de Cádiz. La idea es conocer en más profundidad qué hay detrás de esta iniciativa.
¿Cómo surge la idea de lanzar un concurso de Diseño de Industrial para los estudiantes y recién egresados de las escuelas públicas de Ingeniería en Diseño Industrial y desarrollo del producto en Andalucía?
Personalmente, creo necesaria la participación de alumnos en concursos que potencien su proyección al mundo laboral, así como el conocimiento del trabajo que compañeros de otros cursos y universidades desarrollan.
Aunque en este sentido, cada vez son más los que promocionan este tipo de convocatorias, tanto para estudiantes como para profesionales, estos suelen desarrollarse bajo temáticas específicas concretas, y en fechas no compatibles con los cursos académicos y calendarios de exámenes. Además, en muchos casos (de manera acertada, o no), se generan dudas sobre la valía o suficiencia del premio, las bases de las convocatorias, etc. Mi experiencia me dice que estos aspectos provocan en el estudiante cierta dificultad, miedo y desconfianza a la hora de presentar sus proyectos a concursos, pues no saben si hacerlo es bueno o no, y, en ningún caso, la difusión de los trabajos de nuestros alumnos y alumnas debe ser negativa, al contrario.
Pienso que el miedo tiene que desaparecer y que, desde la Universidad, no estamos para generar la crítica sino para dar ejemplo, proponer soluciones válidas y motivar a nuestros estudiantes a su participación en este tipo de certámenes, asegurándoles una proyección positiva y velando por la protección de sus ideas. Quizás, bajo esta reflexión de profesionales, alumnado y profesorado, bajo la colaboración y la positividad, surge la primera idea de crear un concurso a nivel de Universidad no limitante en cuanto a temáticas, con unas fechas que favorezcan la participación (adaptadas a las distintas convocatorias de evaluación de las Universidades), que premie los mejores trabajos de nuestros alumnos y alumnas, y potencie, paralelamente, la calidad de los mismos en el aula. En definitiva, hemos diseñado un concurso llamativo para estudiantes y recién egresados, con el que todos nos sintamos cómodos, y que pueda también motivar la calidad de los trabajos presentados durante el curso académico. Si los alumnos son conscientes de que de forma anual se premia al mejor trabajo desarrollado en nuestras universidades, es posible que su implicación en el mismo, y la confianza en este tipo de certámenes sean mayores.
La idea de desarrollar el concurso en Andalucía, implicando a varias universidades busca, además, la construcción de una identidad propia para el diseño industrial andaluz, y la proyección del trabajo de nuestros alumnos, futuros profesionales, a las empresas andaluzas, y la inserción del diseño industrial como herramienta estratégica y método para la innovación en el mercado laboral.
Según rezan las bases, uno de los objetivos del concurso es que se produzca un acercamiento entre las tres escuelas andaluzas de Cádiz, Sevilla y Málaga. ¿Por qué consideras que este acercamiento es deseable y necesario?
Actualmente, estas tres universidades son las que imparten el Grado de Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo del Producto en Andalucía. Cádiz lo hace desde el 2012, Sevilla y Málaga impartían su antecesora titulación de “Ingeniería Técnica en Diseño Industrial” desde mucho antes (2001). Aunque por lo establecido por el Consejo Andaluz de Universidades las tres universidades mantienen un contenido mínimo común del 75%, probablemente otorguen un enfoque y personalidad diferente al grado en cada una de ellas. Creo que esto es un aspecto muy positivo, pero que debe conocerse, y potenciarse como signo de identidad y diversificación autonómico. Desarrollar un concurso a nivel Andaluz, con la colaboración de las tres escuelas puede generar un intercambio de conocimiento y saber hacer entre profesores y alumnos, e incluso resultar un escaparate para las empresas, y un punto de partida para colaboraciones entre distintos departamentos, grupos de investigación, empresas y por qué no alumnos. De hecho, aunque esta idea no se plantease inicialmente, hemos recibido consultas de interesados en participar en el concurso, sobre la posibilidad de presentar trabajos conjuntos entre alumnos de las distintas universidades. Creemos importante fortalecer las colaboraciones entre las distintas universidades, favorecer un intercambio de conocimiento y actuaciones que se realizan en cada una, y, por supuesto, encontrar puntos comunes para mostrar de manera conjunta un sello identificativo del diseño industrial andaluz.
De igual manera, la procedencia de los ganadores puede generar prestigio a su Universidad, por lo que la implicación de varias universidades en el concurso, puede promover una competición sana y potenciar una evolución en la docencia y en el aprendizaje.
También se incluye en las bases como objetivo el fomento de la cultura del Diseño Industrial en Andalucía. ¿En qué estado consideras que se encuentra ahora la cultura del Diseño Industrial en Andalucía? ¿Y en el ámbito universitario?
Bueno, creo que ésta es una pregunta de muy difícil respuesta, pero en lo único en lo que todos estaremos de acuerdo, es en que hace falta trabajar su definición y difusión. Creo que en Andalucía no tenemos claro qué debe definir o caracterizar el diseño industrial autonómico. Todos somos muy críticos con las distintas acciones divulgativas e incluso profesionales que se realizan. Todos vamos por libre, sin consensuar, sin planificar… Todos entendemos que la situación laboral no es muy buena porque no se entiende la profesión en la empresa, y porque, en definitiva, no hemos sido capaces de generar esa cultura en el mercado laboral. Mareamos a éste diciéndole qué es diseño industrial a veces en un sentido y a veces en otro. Al final eso se traduce en que no sabemos qué hacemos, ni en qué situación estamos. Desde mi opinión, nos hace falta reflexionar, y nos hace falta ponernos de acuerdo. La situación laboral no es buena, hace que el trabajo se diversifique. Quizás en Andalucía la palabra “industrial” que acompaña a diseño se esté perdiendo en algunas ocasiones. Quizás haya profesionales que no estén para nada de acuerdo con esto, y quizás haya otros que digan que la empresa o situación laboral manda. Que hay que comer, y que el mundo evoluciona.
Yo soy de la opinión de que hace falta crear cultura, y que para ello la Universidad debe generar un papel muy importante. Hay que trabajar con empresas para que estos vean las posibilidades que plantea la profesión, para que ellos nos digan qué necesitan y que seamos capaces de formar una nueva generación de diseñadores industriales adaptados a sus necesidades (sin olvidar la profesión claro). En el ámbito universitario hay de todo, pero estudiando la cultura la mueve la motivación. Hay asociaciones de estudiantes, como es el caso de la AEDI, que culturalmente han logrado cosas que no hemos hecho en terrenos profesionales. Creo que tenemos que convencernos y aclararnos mutuamente (UNIVERSIDAD-EMPRESA), para que llegue una nueva generación de profesionales que configure una buena cultura de Diseño Industrial en sintonía con la Empresa. Pero aquí cada uno piensa lo que piensa, y aún nadie ha dado con la tecla. Supongo que el tiempo lo dirá.
¿Qué instituciones apoyan esta convocatoria? ¿Ha sido complejo impulsar este proyecto?
La verdad que fácil no ha sido, pero la voluntad de los participantes ha hecho que así lo parezca. Ha habido complicaciones y diferencias entre las Universidades participantes, sí, pero ha salido porque el empeño y las ganas de que el proyecto saliese a la luz han permitido que así fuese, y en ese sentido, hemos sido muchos los que hemos puesto nuestro granito de arena.
El peso lo ha llevado este año principalmente la UCA. Pero es normal, la idea ha surgido aquí, y los compañeros de UMA y US han trabajado muchísimo para que saliese. Personalmente, planteé esta idea en la Escuela Superior de Ingeniería de Cádiz en una conversación informal al coordinador del Grado Rafael Bienvenido y a la Subdirectora de Orientación Académica y alumnado Carmina de Castro. La propuesta gustó mucho y la respuesta fue directa: sí. La verdad que es una titulación muy querida en el centro, y con un equipo docente joven muy proactivo. Muchos hemos estudiado la antigua Ingeniería Técnica en Diseño Industrial, y se nota. Se desarrolló un borrador para las bases y se presentó en Sevilla a través de la profesora María Aguilar. Ella, junto con la Coordinadora del Grado Estela Peralta, iniciaron gestiones en la US. Me consta que las compañeras han luchado, y mucho. En Málaga se planteó directamente en la dirección del centro a través de su secretario Óscar de Cózar y el subdirector de Proyección y Estudiante. De igual manera, la propuesta cuajó a la primera. Además, hay profesores que, sin haber participado en la organización del concurso, lo han seguido muy de cerca y han ayudado mucho. El profesor Daniel Moreno de la UCA, por ejemplo, se ha volcado mucho con el Gráfico del concurso.
Para esta primera convocatoria, que la acoge Cádiz, participan en otros aspectos para su financiación, el Colegio Oficial de Graduados en Ingeniería de Cádiz, el Aula Universitaria de Ingeniería, y el Vicerrectorado de Alumnos de la Universidad de Cádiz.
El premio ha sido financiado por las tres escuelas por igual, que tienen previsto turnarse la acogida del mismo, tanto para la reunión del jurado externo como para la celebración de entrega de premios. El transporte de los prototipos y su posible financiación es responsabilidad de cada centro. Los distintos departamentos de las citadas Universidades también se han volcado en otros aspectos para que salga adelante el concurso, y aportarán detalles.
¡Esperemos para futuras convocatorias tener más apoyos y amigos!
De hecho, aunque la iniciativa haya surgido a nivel Andaluz, y público, sería interesante en futuras convocatorias unir fuerzas y avanzar hacia una convocatoria con más niveles, donde puedan aparecer diferentes tipologías de premios, y ganadores a niveles autonómicos y nacionales. Es una idea, que puede llegar o no. Pero estamos abiertos a hacerlo, y a promover la transferencia del conocimiento universitario, su diversidad y diversificación, a diferentes ciudades y comunidades autónomas, tanto en el terreno universitario como empresarial.
¿Qué beneficios tiene para los estudiantes participar en este concurso? ¿Qué motivos le darías a un estudiante para que se presentara a este concurso de diseño? ¿En qué consiste el premio?
Creo que participar en el propio concurso y tener esta experiencia es motivo suficiente para hacerlo. Puede servirles de experiencia para otras convocatorias, y lo pueden hacer guiados por sus tutores y profesores. Además, los tres mejores proyectos de cada centro optan a una beca de hasta 600 euros para la construcción del prototipo del producto, lo cual es una oportunidad más de ver su producto realizado o dar un pequeño paso más en el proceso completo del diseño del producto. Tendrán la oportunidad de contactar con proveedores y maquetistas o empresas proveedoras de materiales para la fabricación del mismo, de igual manera, ayudados por los equipos docentes de las tres Universidades (aunque esto último depende de cada centro). Los 9 productos finalistas, participarán en una exposición itinerante por las tres ciudades, y podrán ser conocidos por las distintas comunidades universitarias. Esta muestra supondrá un escaparate para estos alumnos, y la oportunidad para todos (participantes y no), de conocer qué se está haciendo en su centro y en los otros centros andaluces. El producto que resulte ganador, recibirá además 1.500 euros de premio (previas retenciones oportunas realizadas).
¿Cómo será el proceso de selección de las propuestas finalistas? ¿Se conoce ya quién compondrá el jurado?
El concurso cuenta con dos fases. Una primera a nivel local o de Universidad, y una segunda interuniversitaria.
Para la primera fase, cada Universidad y/o centro designará un comité de expertos entre su equipo docente de 5 miembros, que deberán en todo caso tener relación con el diseño industrial. Cada equipo será el encargado de seleccionar los 3 finalistas de cada centro, y considerar si los mismos serán o no becados para el desarrollo del prototipo o maqueta, y con qué cantidad. Esto último, lógicamente, se valorará en base a un presupuesto que previamente el participante deberá haber entregado.
Los prototipos o maquetas (becados o no), deberán entregarse en cada centro, quien se responsabilizará de su envío al centro que acoja la edición (en esta ocasión la Escuela Superior de Ingeniería de Cádiz). Es aquí cuando da comienzo la segunda fase, donde un jurado profesional externo, ajeno a los tres centros, y compuesto por tres miembros, se reunirá en este centro para su evaluación y la designación del producto ganador.
Lamentablemente, aún no se puedo confirmar ni los comités de expertos, ni el jurado externo.
¿Hay prevista alguna actividad de difusión de los resultados?
Al menos las 9 propuestas finalistas y sus prototipos o maquetas viajarán entre los tres centros en una exposición, no descartándose su uso para otras posibles convocatorias, ferias universitarias o de productos, exposiciones u otro tipo de actos.
No descartamos otro tipo de difusión de resultados, pero no hay nada confirmado. Todo dependerá, especialmente, de la calidad y tipo de productos presentados.
¿Consideras que esta primera edición pudiera actuar como un termómetro del nivel del Diseño Industrial en las universidades andaluzas?
Sí, creo que puede servir para valorar distintos aspectos de las tres universidades, y especialmente de los centros que imparten el Grado y las metodologías docentes usadas en estos. Además, creo que puede servir como ejercicio de reflexión para apoyarnos, compartir conocimiento y aprender las unas de las otras, rectificando, implementando o potenciando aquellos aspectos que pudiesen ser necesarios de una u otra Universidad.
Creo que, por un lado, vamos a medir la calidad de las propuestas, el nivel de acabado de los productos y la vertiente u enfoque de la docencia (o al menos de los proyectos desarrollados por alumnos) en los distintos centros.
Por otro, vamos a medir la motivación y el nivel de participación entre los alumnos de las distintas ciudades, cursos, asignaturas, profesores…
Desconocemos como van a ser los resultados, esperemos que buenos, pero lo que sí sabemos, es que, en base a los mismos, tanto la convocatoria en general, como los distintos centros participantes, cursos, asignaturas, profesores e incluso alumnos deberán hacer el ejercicio de análisis para plantear fortalezas y debilidades, plantear puntos a optimizar y posibles mejoras.
Además, este ejercicio de análisis puede dar pie a nuevas colaboraciones interuniversitarias a nivel de profesorado, centros y alumnos, y, si logramos acercarnos a la empresa, también con éstas. Si no lo logramos, deberemos plantearnos cómo hacerlo para siguientes convocatorias, para añadir un objetivo más básico para este tipo de convocatorias: promocionar el trabajo de nuestros alumnos, de nuestras universidades, y del diseño industrial andaluz.