El Premio Cortes de Cádiz de Diseño 2015 ha sido concedido al diseñador gaditano, Pablo Santos, y a la diseñadora chilena, Christine Schlack, por su trabajo “Piriñaca, rebujina de salitre y papelillo”. El proyecto tiene por finalidad plasmar la identidad inmaterial de la ciudad y hacerla accesible a todos, a través de historias y leyendas populares que ponen de manifiesto la cara oculta del pueblo gaditano.
Con el nombre de la famosa guarnición, la idea es destacar la voz del pueblo a partir de su esencia, un picadillo de las historias que sus calles cuentan y que pasan de generación en generación. Todo esto para sacar a relucir el hecho de que Cádiz es una ciudad alimentada por su propia gente, reflejo de la Historia, la cual ha demostrado que no hay bomba o fanfarrón que se suba a las faltas de su Libertad.
Además, el jurado ha otorgado una mención especial al trabajo de la diseñadora chilena María Paz Collao Vega, titulado “Grew”: un diseño de pupitre modular con macetero, que tiene por objetivo intervenir directamente en el método de enseñanza tradicional y sistemático para hacerlo más significativo, impulsando las dinámicas grupales, la responsabilidad y el nexo de unión con el medio natural.
El jurado del premio ha estado presidido por la concejal de Juventud y Artesanía, Carmen Sánchez, y compuesto por Juan Candón, vicedirector de la Escuela de Artes de Cádiz; Mar Abad, redactora jefe de la revista Yorokobu; nuestro compañero Eugenio Jiménez, vicepresidente de la Asociación Andaluza de Diseñadores; y Francisco Javier Cortés, profesor del departamento de moda de la Escuela de Artes.
Serán entregados en el mes de marzo durante los actos constitucionales por el aniversario de la Constitución de 1812.
